Las empresas, cuando comienzan su andadura en el mundo de los negocios, necesitan contar con un plan inversión inicial. Saber en qué consiste, cómo elaborarlo y qué contenido debe tener es esencial para el buen funcionamiento de la compañía en sus primeros pasos y algún tiempo después.
En el mundo de los negocios, los errores se pagan caros, más con la competitividad que existe hoy día en los mercado. En los comienzos, cometer un error a la hora de calcular la inversión puede determinar el futuro de la empresa y sus posibilidades de viabilidad. Y es que lo peor que le puede pasar a alguien que empieza es quedarse sin recursos financieros para mantenerse el tiempo suficiente para que el negocio empiece a dar sus frutos. En líneas generales, hay una serie de gastos que son comunes para todas las compañías, como la constitución de la sociedad, el alquiler del local, la contratación de personal…
No obstante, hacer una buena previsión es la clave para que la empresa pueda alcanzar sus objetivos financieros y llegar a tener los beneficios suficientes para invertir en otros activos, como los que proponen las opiniones broker para rentabilizar al máximo el capital. Pero antes, hay que ir paso a paso y comenzar por sacar la empresa adelante.
La inversión inicial hace referencia a la cantidad de dinero o capital que se necesita para conseguir poner una empresa en funcionamiento. Esta cantidad de dinero inicial se utiliza para cubrir los primeros costes, como la compra o alquiler del local o nave, la compra o alquiler de maquinarias y equipos, el pago de suministros y la contratación de empleados, entre otros.
Un plan inversión inicial es, por tanto, el documento donde se recoge de forma detallada un listado con los costes que se dan al comenzar un negocio. En él se incluyen tanto los gastos fijos como los extraordinarios que formarán parte de la planificación financiera.
Par elaborar un plan inversión inicial de una empresa, lo primero que hay que pensar es todo lo que se necesita para iniciar el nuevo negocio. Los principales gastos a incluir son los siguientes que se van a detallar a continuación.
Dentro de los incluidos en la constitución de la empresa habrá que tener en cuenta los pagos al notario para escritura de constitución, al Registro Mercantil para la inscripción, los impuestos a Hacienda, además de los derivados de licencias y permisos. Son gastos comunes para todos los negocios y son los más fáciles de calcular.
Son aquellos que engloban todos los elementos que se necesitan para elaborar los productos o servicios que la compañía ofrece o fabrica. Se incluyen en este punto el pago del local, de los trabajadores y proveedores, la materia prima, los suministros, como la electricidad, el agua, la calefacción…
Se trata de los bienes de la actividad, como aplicaciones informáticas, patentes, vehículos y maquinaria, por poner solo algunos ejemplos.
Para elaborar un plan de inversión inicial de una empresa con acierto, se deben seguir una serie de pasos que se van a exponer a continuación. Hay que ser conscientes de que se trata de una pieza clave y estratégica del negocio, por lo que hay que elaborarlo correctamente y no olvidarse de ningún elemento, así como calcular su coste correctamente.
El primero de todos ellos es, sin lugar a dudas, la realización de un estudio del mercado. Hay que centrarse es estos aspectos fundamentales: qué competidores existen, cómo funciona el sector, qué productos y servicios ofrece la competencia, a qué tipo de cliente va dirigido el negocio y qué se le puede ofrecer para ser competitivo frente a los demás…
En segundo lugar, hay que hacer un listado de todos los gastos. Si hay aspectos que se desconocen sobre los negocios o no se tiene claros los costes, lo mejor es dejarlo en manos de expertos, como las consultorías de negocios. Es esencial tanto que no falte nada, como darle un valor real a cada partida de gastos, por lo que se debe realizar un trabajo exhaustivo en este sentido.
Se trata de planificar las acciones que se van a realizar. Entre otras cuestiones, si no se tiene liquidez o no la cantidad suficiente, hay que ver cómo se va a conseguir el dinero que se necesita para lanzar el negocio y para las etapas posteriores, así como saber cuáles serán los recursos para mantener el proyecto hasta comenzar a obtener ingresos.
Estos son los pasos para ejecutar un buen plan de inversión inicial, que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso del proyecto. Los nuevos emprendedores deben asegurarse de contar con el capital suficiente para empezar de cero, así como para hacer frente a posibles necesidades económicas por imprevistos.
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