Cuando hablamos de proveedor y acreedor, es posible encontrar a bastantes personas que piensen en ambos conceptos como uno solo. Esto es algo muy habitual, y pese a que tienen significados muy parecidos, tienen una diferencia principal de la que hablaremos en este artículo. Es importante conocerla, sobre todo si perteneces al mundo empresarial, ya que proveedor y acreedor poseen un tratamiento contable diferente, y es muy importante diferenciarlos de manera adecuada para garantizar la transparencia y la fiabilidad de las cuentas de tu negocio.
El proveedor es aquella persona o entidad encargada de suministrar a la empresa los bienes necesarios para realizar su actividad productiva, ya sea esta la fabricación de bienes o la prestación de servicios. En otras palabras, es la empresa o el profesional al que le pagamos para conseguir la materia prima que nos hace falta para poder desarrollar nuestra actividad comercial (por ejemplo, si tenemos una empresa en la que su proceso productivo se basa en la fabricación muebles, una compañía que nos suministra madera sería un proveedor).
El acreedor es la entidad o la persona encargada de ofrecer un servicio determinado a nuestra organización, sin necesidad de estar directamente relacionado con la actividad comercial que esta desarrolla para sobrevivir.
Esto significa que un acreedor nos provee un servicio necesario para que la empresa siga funcionando y pueda operar con normalidad, pero este servicio no tiene porque estar relacionado con nuestra actividad productiva. Siguiendo con nuestro ejemplo anterior, un acreedor haría referencia a la empresa que nos suministra luz y agua en las instalaciones de la fábrica de muebles.
Viendo las dos definiciones anteriores, no es raro que podamos confundir los dos términos, ya que son conceptos muy parecidos. Sin embargo, si los analizamos con algo de detenimiento, podemos detectar una gran diferencia entre proveedor y acreedor, y esto es lo que los distingue.
Por el lado del proveedor, los bienes y/o servicios que nos provee están relacionados con la actividad comercial que realizamos, es decir, influyen directamente en nuestra producción de bienes o prestación de servicios. Esta materia prima tiene una influencia directa en el producto o servicio final que reciben nuestros clientes.
Desde la perspectiva del acreedor, este nos suministrará aquellos servicios o bienes que permiten el funcionamiento del día a día en nuestra empresa, pero que no afectan directamente al producto o servicio final que lanzamos al mercado. Para verlo de manera clara, vamos a poner varios ejemplos de proveedores y acreedores, siguiendo el caso anterior de la empresa que produce muebles:
Ambos figuran en el pasivo del balance y se encuentran dentro del mismo epígrafe en la contabilidad de la empresa, pero su tratamiento contable no es el mismo. Por un lado, las facturas emitidas por los proveedores que nos suministren con materia prima para poder realizar nuestra actividad comercial, tendrán que cargarse en la cuenta 400 (contable 400). Por otro lado, todas las facturas que emitan los acreedores que nos ofrezcan los recursos necesarios para que la empresa funcione con normalidad en el día a día, las tendremos que cargar en la cuenta 410 (contable 410).
Otro tema importante a tener en cuenta, sobre todo si vas a llevar la contabilidad de manera interna, es el tratamiento que se le da a cada empresa. Es muy importante distinguir bien entre un proveedor y un acreedor, ya que, lo que es un proveedor para una compañía, puede ser un acreedor para otra, y viceversa.
En función de la naturaleza de nuestra empresa (ya seas persona física o jurídica) y la actividad comercial que esta desarrolle, tendremos que identificar si los recursos que nos suministran los agentes económicos están o no relacionados con nuestra producción.
Actualmente puedes utilizar un programa de facturación o elegir un programa de contabilidad para registrar todos los asientos contables recogidos en el plan general contable.
Esta ha sido la gran diferencia entre proveedores y acreedores. Aunque parezca algo muy simple, es importante tenerlo claro de cara a la contabilidad, ya que ambos conceptos no se anotan en la misma cuenta.
Esperamos que después de leer este artículo sepas distinguir entre proveedores y acreedores de una empresa. Descubre también la diferencia entre NIF y CIF para continuar aprendiendo.
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