Poder facturar sin ser autónomo es una de las dudas más frecuentes entre quienes realizan ciertos trabajos en los que es necesario emitir una factura, aunque no sea de forma habitual. Pero, ¿es esto posible? ¿Cuál es la cantidad máxima? Vamos a ver las principales claves a continuación:
Las causas habituales por las que muchas personas quieren hacer factura sin ser autónomo es porque obtienen unos ingresos bajos con los que no compensar estar dado de alta en la Seguridad Social, cuando se tiene un empleo como asalariado por cuenta ajena y se realiza un trabajo puntual o cuando se está cobrando una prestación por desempleo.
Existen algunos requisitos que la legislación establece para que una persona pueda facturar sin ser autónomo, y son estos dos:
Es fundamental prestar atención a lo de “forma habitual”. Se considera no habitual cuando las actividades por las que se factura son algo ocasional o complementario y no supone el medio de vida de la persona. También hay que tener en cuenta que para no ser algo habitual no se pueden emitir facturas similares todos los meses de forma recurrente sin ser autónomo.
Como puedes ver, sí es posible facturar sin ser autónomo en España. Pero, ¿Cuál es el importe máximo de dinero que se puede incluir en facturas? En el año 2023, el importe máximo a facturar sin ser autónomo es de 15.120 euros brutos anuales en trabajos puntuales. Es el equivalente a un año completo del Salario Mínimo Interprofesional.
Por tanto, si entre todas tus facturas o en una única factura no superas este importe no tienes obligación alguna de darte de alta como autónomo. Pero esto no quiere decir que no tengas que declarar impuestos que afectan a la emisión de facturas, como son el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el IVA correspondiente y aplicable a las facturas.
Para poder emitir factura sin ser autónomo puedes optar por dos vías diferentes. La primera, es darse de alta en Hacienda y en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores con el modelo 037. De esta forma, podrás presentar los impuestos que correspondan, como la autoliquidación del IVA o el IRPF trimestral o anual según el caso.
La segunda vía para facturar sin ser autónomo es facturar a través de las conocidas como cooperativas de trabajo asociado, que puedes encontrar con facilidad con tan solo realizar una búsqueda en Internet.
¿Te ha quedado claro cuándo debes darte de alta como autónomo y cuándo no? Ahora solo tienes que comprobar si encajas dentro de los requisitos exigidos por la legislación y así evitar darte de alta en la Seguridad Social para pagar las cotizaciones sociales correspondientes, la conocida como “cuota de autónomos”.
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