Pese a la gran influencia histórica de marcas y empresas, en los últimos años los clientes han sido capaces de recabar cada vez más poder. Su poder radica en haber descubierto su influencia sobre las marcas, su papel protagonista en el mercado actual. Hasta hace muy poco, las marcas creaban cubrían las necesidades de los consumidores, pero decidiendo ellos mismos como cubrir esas necesidades. En la actualidad, y dada la gran competencia en el mercado, los clientes son capaces de exigir que quieren o necesitan de una marca. Por ello, términos como desarrollo industrial sostenible, negocio sostenible, packaging sostenible o ecoeficiencia se han vuelto un rompecabezas para las empresas.
La industria parece que por fin está entendiendo que los recursos son limitados y el desarrollo sostenible es el futuro. Por lo tanto, para entender a qué hace referencia la sostenibilidad industrial debemos asimilar que es el desarrollo sostenible.
El desarrollo sostenible busca mejorar la calidad de vida de las personas, sin sacrificar los recursos de las generaciones futuras. Por lo tanto, su objetivo es no perjudicar al ecosistema ni perpetuar daños en el medio ambiente.
En el sector industrial, el desarrollo industrial sostenible debe perseguir el equilibro entre economía, sociedad y medio ambiente. En este sentido, las industrias, una vez concienciadas de los problemas actuales, deben ser capaces de continuar satisfaciendo las necesidades de sus clientes sin comprometer la capacidad de los hijos de estos.
El principal problema es que la mayoría de industrias no saben por dónde empezar. Empresas como Endress+Hauser, entre otras, se encargan de orientar a las empresas acerca de los procesos que pueden conseguir mejoras en su eficiencia energética o pueden hacer sus procesos más sostenibles. Por ejemplo, cuentan con detectores de nivel que pueden hacer más eficientes las tareas de medición de la industria.
A continuación, algunos ejemplos que pueden hacer de la industria tradicional una industria sostenible:
Durante años la industria ha hecho un mal uso de la energía, perjudicando en gran medida al medio ambiente. El uso eficiente de la energía es el camino que debe seguir una industria sostenible para proteger al medio ambiente.
El reciclaje industrial es la manera que tienen las industrias sostenibles para reducir la creación de nuevos embalajes (potencialmente plásticos), reutilizando partes de los envases que se han utilizado previamente.
Se trata de detectar la manera más eficiente de trabajar con los recursos. Para ello, es importante ser consciente del impacto de su utilización.
El ecodiseño es una tendencia que, teniendo en cuenta que los recursos son finitos y podrían agotarse, se esfuerza por crer productos sostenibles de principio a fin (menos material, reutilizables, reciclables, duraderos…)
Las ventajas de la producción local son infinitas. El principal punto a favor es que este tipo de industria sostenible consigue reducir el transporte de los productos, su almacenamiento o el uso de agua, pudiendo así reducir el precio final de los productos (margen de beneficio más elevado).
Tal y como hemos comentado, la industria puede perjudicar gravemente al medio ambiente. Por ello, el uso de energías renovables puede ayudar a reducir los gases de efecto invernadero.
El medio ambiente no puede esperar más, pero es importante recordar que el consumidor final tiene el poder. No es una cuestión de impacto individual por las acciones llevadas a cabo por cada individuo, sino de un impacto global por la presión de muchas acciones individuales.
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